Apartamos del fuego, segimos removiendo y lo volvemos a poner al fuego hasta que recupere el hervor. Retiramos del fuego y lo vertemos en un recipiente (o 4 individuales). Pinchamos algunas galletas y añadimos un poco de canela molida en la superficie. Dejamos templar las natillas y las guardamos en el frigorífico cubiertas con papel film.