Una vez separados los dos componentes, el suero tendrá un aspecto amarillento y el resto estará cuajado. Pasamos entonces el contenido a un colador y recogemos en un bol el suero de leche. Una vez que el contenido graso haya perdido la mayor parte del suero, añadimos sal y pimienta, orégano, perejil y cebollino. Removemos para integrarlo todo.