La primavera ha llegado a pesar de los tiempos convulsos que estamos viviendo. Desde la ventana puedo ver mi almez echando hojas y a los gorriones arrancano ramitas de tomillo de mi maceta para forrar sus nidos. Hoy quiero enseñaros mis Guisantes de Olor de Porcelana.
No es la primera vez que preparo estas flores, pero si la primera que las hago de porcelana. Lo cierto es que la pasta de goma permite hacer flores de azúcar con mayor realismo y perfección. La porcelana en frío es fácil de manejar, blanda y de textura muy suave y lisa. Sólo tiene un inconveniente, y es que no es elástica. Esto supone esa diferencia fundamental que no me permite trabajar con tanto realismo y afinar y moldear los pétalos de la misma forma que lo hago con las flores de azúcar.
No obstante, después de muchos años haciendo flores de azúcar y viendo como se rompen ante cualquier golpe, prefiero sacrificar un poco la perfeccción y usar la porcelana para así conservarlas para siempre.
El guisante de olor (Lathyrus odoratus) es una variedad de guisante de flores perfumadas que se cultiva para su uso ornamental. La variedad silvestre tiene flores púrpuras y sus semillas son tóxicas, al contrario que otras especies.
He preparado tres ramas con un total de 18 flores, tres capullos y 5 sarcillos. Los sarcillos los he hecho enrollando un trozo de alambre en un tubo rígido, que puede ser una herramienta de modelado de flores o un lápiz. Las flores van rematadas con unos sépalos sencillos.
En esta ocasión, he usado estas flores para decorrar un sencillo jarrón, por lo menos de forma temporal. Lo cierto es que estas flores formarán parte de un bouquet más grande que está en proceso.
Mucha fuerza a tod@s! Bs.