Para este nuevo año que empieza me he propuesto seguir aprendiendo sobre el maravilloso mundo del pan y sus bondades. Hoy he preparado una doble receta que tiene como base la misma masa, y que además, casi no necesita amasado por lo que es bastante sencilla de hacer: Panes Italianos. Chapata y Focaccia.
La Focaccia ha quedado espectacular, …. buenísima de verdad, y estoy segura que la voy a preparar mil veces más en todas sus variantes. Hoy le ha tocado llevar encima tomates cherry y tomillo fresco, pero para la próxima vez, ……, le pondré aceitunas negras, o tomates secos en aceite, o cebolla y patata, ….. ¡¡imaginación al poder!!
En cuanto al pan chapata, ha quedado tierno y muy bueno de sabor. El único problemilla que he tenido es que al formar el pan lo amasé un poco más de la cuenta y perdió parte de sus burbujas características. En la receta he corregido lo necesario para que a vosotros no os pase igual.
Ambas recetas las he sacado del libro Cómo elaborar Pan de Emmanuel Hadjiandreou, y aunque he intentado seguirlas al pie de la letra ha sido inevitable modificar algunos pasos. A continuación os explico cuáles y por qué. Con esta receta se preparan 2 chapatas y 1 focaccia.
Chapata y Focaccia
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El chapata es un pan blanco italiano elaborado con harina de trigo y aceite de oliva. Fue creado en 1996 y tiene una miga húmeda y alveolada. A partir de esta misma masa se puede preparar también la focaccia, otro pan italiano que en su elaboración se cubre con otros ingredientes salados (tomates cebolla, aceitunas,....)
El chapata es un pan blanco italiano elaborado con harina de trigo y aceite de oliva. Fue creado en 1996 y tiene una miga húmeda y alveolada. A partir de esta misma masa se puede preparar también la focaccia, otro pan italiano que en su elaboración se cubre con otros ingredientes salados (tomates cebolla, aceitunas,....)
Preparación de la masa. En un bol amplio echamos la harina y la sal. En otro bol aparte ponemos el agua tamplada con la levadura hasta que se disuelva por completo. Echamos los ingredientes húmedos sobre los secos y mezclamos con una espátula o con una amasadora durante unos 5 minutos hasta formar una masa pegajosa.
Echamos 1/3 del aceite de oliva en el fondo de un bol amplio y vertemos encima la masa. Cubrimos con papel film y dejamos reposar una hora a temperatura ambiente en un lugar templado. A continuación, doblamos la masa dos veces (no más porque no queremos amasar mucho para que no se pierdan las burbujas de gas) y echamos otro tercio del aceite en el fondo del bol y dejamos reposar la masa cubierta durante otra hora más. Volvemos a repetir el mismo procedimiento una tercera vez. Después de estas tres horas de fermentación la masa ha de estar inflada y esponjosa, y debe haber absorbido casi todo el aceite añadido.
En este punto podemos pasar a separar la masa en dos partes para preparar el pan chapata y la focaccia. Otra opción es preparar la masa la noche anterior y guardarla en el frigorífico durante el tercer levado. Al día siguiente sacaremos la masa y la dejaremos templar durante 1 hora antes de continuar con el formado de los panes.
Para el pan chapata. Cortamos la mitad de la masa en dos partes iguales y las pasamos a la encimera bien enharinada. Sin presionar mucho para que no se pierdan las burbujas de aire, daremos al pan una forma rectangular cerrándolo por abajo como si fuera un paquete. Colocamos las chapatas con cuidado sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado y horneamos a 230ºC con calor arriba/abajo durante 15-20 minutos. No es necesario utilizar rustidera con agua porque el pan es lo suficientemente húmedo.
Para la focaccia. Echamos la masa sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado y con los dedos engrasados le vamos dando una forma rectangular. La cubrimos con papel film y la dejamos reposar 10 minutos. Cortamos los tomates cherry por la mitad y algunos brotes de romero fresco. Con un dedo engrasado hacemos agujeros en la superficie de la masa y colocamos dentro los tomates hacia arriba y los brotes de romero. Echamos un poco de sal gruesa por encima y dejamos reposar cubierta por papel film 20 minutos más. Horneamos a 230ºC durante 20-25 minutos con calor arriba/abajo y sin rustidera.
Podemos saber si ambos panes están hechos sacándolos del horno y golpeándolos por debajo. Si suena hueco estará listo. Después dejaremos enfriar sobre una rejilla. El pan chapata es ideal para tomar como bocadillo o para ser untado en mantequilla o aceite. La focaccia se toma como aperitivo o con embutido. Antes de servirla es recomendable echarle por encima un poco de aceite de oliva.
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Guau chica, que delicia de pan, me encanta. bsss.