Me he comprado una yogurtera, porque tenía unas ganas enormes de volver a probar esos deliciosos yogures que mi madre me preparaba cuando yo era pequeña. Preparar yogures caseros tiene muchas ventajas ya que tienen un sabor estupendo, son más sanos que los comerciales (no llevan colorantes, ni aromas) y suponen un gran ahorro.
Preparar yogures en casa con yogurtera es de lo más sencillo. El único inconveniente es tener que comprar la máquina, pero el desembolso inicial se recupera rápido ya que haciendo nuestros propios yogures ahorraremos. Por cada litro de leche se obtienen 7 yogures grandotes de 150 ml (los comerciales tienen 125 ml). El coste está entre 0,80 y 1,10 euro por cada 7 yogures ( en función de si son de soja o de leche)..
LA YOGURTERA
Todas las yogurteras del mercado tienen prácticamente las mismas prestaciones. Su funcionamiento consiste en mantener una temperatura óptima entre 40 y 45 ºC durante 6 u 8 horas para que puedan desarrollarse las bacterias encargadas de la fermentación de azúcares como la lactosa de la leche.
A la hora de comprar una yogurtera es recomendable decidirse por alguna marca que nos proporcione suficientes tarros de cristal para no tener que esperar a acabar todos los yogures antes de poder preparar más. En mi caso, esta yogurtera prepara a la vez 7 yogures de 150 ml y trae 14 tarros. Podéis encontrar mi yogurtera Severin 3519 en Amazon por 29,12 euros.
EL PROCESO DE FERMENTACIÓN DE LA LECHE
En este proceso se transforma el azúcar de la leche (lactosa) en ácido láctico, lo cual aporta al yogur su característico sabor ácido y su textura.
Para la fermentación suelen utilizarse dos o más bacterias diferentes, principalmente Streptococcus thermophilus y algunos representantes del género Lactobacillus (L. casei, L. bifidus, L. bulgaricus). Estos fermentos vivos se pueden comprar en tiendas especializadas y herboristerías, aunque suelen ser difíciles de encontrar. En su lugar podemos utilizar yogur ya preparado con anterioridad o un yogur natural comercial (sin azúcar).
La leche puede ser entera, semidesnatada o desnatada, aunque siempre se consigue un yogurt más firme utilizando leche con más grasa (leche entera).
Al principio no debemos añadir azúcar para no interferir en el proceso de fermentación. A la hora de consumirlo se puede endulzar con azúcar, mermelada, miel, cereales, trocitos de fruta o de chocolate…..o bien, tomarlos tal cual porque tienen un sabor suave.
LOS YOGURES DE SOJA
Los yogures de soja se preparan de forma similar mediante la fermentación de los azúcares presentes en leche de soja (sacarosa) con Lactobacillus bifidus y Lactobacillus acidophilus. La soja carece de lactosa por lo que su consumo es apto para intolerantes a la lactosa. Lo más fácil es utilizar un yogur de soja natural comercial para obtener estos fermentos.
En el mercado existen numerosos tipos de bebidas de soja. Lo ideal es usar una leche de soja natural, ya que solo contiene agua y semillas de soja (si éstas proceden de cultivo ecológico mejor aún). Con ella se prepara un yogur bien firme aunque de sabor no tan agradable.
Existen otras leches de soja azucaradas y enriquecidas con calcio y minerales que proporcionan un mejor sabor a los yogures que preparemos aunque tienen el inconveniente de que en el proceso de fermentación se suele separar parte del agua que contiene originando huecos y un aspecto extraño (imagen arriba). Si optáis por esta segunda opción, antes de consumirlos hay que quitar parte de este suero y remover bien. Salvo por este detalle, el sabor es infinitamente mejor. Yo suelo utilizar esta soja con calcio para prepararlos.
Al principio tampoco debemos añadir azúcar para no interferir en el proceso de fermentación. A la hora de consumirlo se puede endulzar.
En esta ocasión he acompañado el yogur con una mermelada casera de frambuesas. La he preparado con 300 g de frambuesas congeladas, 150 g de azúcar y 1/2 tbs de zumo de limón. Ponemos todo en un cazo a fuego medio removiendo de vez en cuando y tras 15 minutos apartamos del fuego y guardamos en un bote con tapa.
Raciones | Tiempo de preparación |
14 porciones | 5 minutos |
Tiempo de cocción | Tiempo de reposo |
6-8 horas | 4 horas |
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El yogurt es un alimento obtenido por la fermentación de la leche con bacterias del ácido láctico. Su origen data del 6000-7000 a.c. cuando los tracios, habitantes de la actual bulgaria, descubrieron las utilidades de estas bacterias en la fabricación de yogur y queso a partir de leche de oveja.
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- 1 l leche de vaca (entera o semidesnatada)
- 1 yogur natural sin azúcar
- 1 l leche de soja (natural o enriquecida)
- 1 yogur de soja natural
- Yogur de leche. En una jarra o bote grande echamos la leche a temperatura ambiente con un yogurt natural. Removemos bien hasta que quede totalmente homogéneo y repartimos entre los 7 botes. Tapamos cada bote y los colocamos en la yogurtera. Encendemos y dejamos fermentar entre 7 u 8 horas.
- Yogur de soja. En una jarra o bote grande echamos la leche de soja a temperatura ambiente con un yogurt de soja natural. Removemos bien hasta que quede totalmente homogéneo y repartimos entre los 7 botes. Tapamos cada bote y los colocamos en la yogurtera. Encendemos y dejamos fermentar entre 6 o 7 horas.
- Es importante no mover la máquina durante el proceso de fermentación. Al terminar, hay que guardar los yogures inmediatamente en el frigorífico para cortar la fermentación.
- Se conservan en la nevera aproximadamente 7 días.
- Los yogures de soja no contienen lactosa ni grasas saturadas.
Seguro que si los probáis nunca más os apetecerá volver a tomar un yogurt comercial.
Besos.
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